¿Cómo se llevaría a cabo un práctica de escritura efímera, azarosa, cambiante? ¿Cómo alejarse de la noción del autor que escribe en solitario producto de su genialidad? ¿Cómo llevar a la práctica de manera literal la idea de que finalmente escribimos con palabras de otros, más bien, de otras?
¿Cómo disolver la noción de autoría y evidenciar un proceso de una escritura colectiva?

Elijo como marco la poesía escrita por mujeres; que en su mayoría ha sido históricamente relegada, incomprendida y juzgada por la mirada masculina. Me interesa el elemento azaroso de no elegir las palabras con las que trabajo, por lo cual te invito a que me envíes poesía escrita por mujeres, que te guste y provoque, a través del siguiente formulario que recibiré de manera anónima. Una vez recolectados los poemas los voy a homogeneizar quitando puntuación, mayúsculas y usando la misma tipografía, para después recortar las frases y colocarlas dentro del contenedor. Perdiendo entonces rastro de autoría, este material será finalmente el motor que
impulse la práctica de reescritura colectiva.

Percibo este proyecto como un proceso de escritura a largo plazo. Durante los siguientes tres meses, de Abril a Junio 2022, recibiré poemas y trabajaré con ellos. El tercer viernes de cada mes subiré fotografías documentando el proceso y algunos desenlaces de textos que haya creado hasta ese momento.

Hasta ahora he recolectado material de las siguientes poetas:
Diana Bellessi (Zavalla, 1946)
Cristina Rivera Garza (Tamaulipas, 1964)
Irene Gruss (Buenos Aires, 1950 – 2018)
Sara Uribe (Querétaro, 1978)
Coral Bracho (Ciudad de México, 1950)
Mirta Rosenberg (Rosario, 1951- Buenos Aires, 2019)
Gabby de Cicco (Rosario, 1965)
Amelia Roselli (París, 1930 – Roma 1996)
Ida Vitale (Montevideo, 1923)
Alfonsina Storni (Suiza, 1892 – Argentina, 1938)
Wisława Szymborska (Polonia, 1923 – 2012)
Yolanda Segura (Querétaro, 1989)
Nika Turbiná (Rusia, 1974 – 2002)
Susana Thénon (Buenos Aires, 1935 – 1991)

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